Cada mañana y sin razón aparente, el diez,
descansa su cabeza en el escalón de aquella puerta.
Lo triste es que no es su casa, es mas nadie lo conoce,
pero igualmente el descansa allí.
Quizás busque cariño o tal vez algo de paz, la verdad no lo se,
solo se que cada mañana el diez descansa allí.
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