Muchas veces eh oído hablar sobre ayudar a los que menos tienen,
y la mayoría de veces, fue en la iglesia...
Hay pocas cosas que me indignan mas que las palabras vacías,
la acción sin acción, el desinterés encubierto.
Hoy vi un recipiente para caridad demasiado chico,
una iglesia demasiado lujosa para su combocatoria,
y la necesidad en la puerta y nadie hacia nada.
1 comentario:
Hola Brunito!! Me imagino lo que sentiste, pero yo aprendí con los años (68), que todos esos mandatos del Señor son para mí. Tenés razón que estamos llenos de slogans, pero al que tiene el corazón dispuesto, el Espíritu lo guía a hacer lo que Dios le demanda y le dá paz. Un abrazo.
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