La vida y los golpes forjaron su semblante,
desafiante por demás, duro, con dolor a cuesta.
Y quien diría que alberga ternura tal, que uno,
desearía estar horas junto a El.
La vida y los golpes forjaron su semblante, pero
su ternura y corazón, aun siguen siendo los de un niño.
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